¿Qué hace que se mueva el esqueleto?

Cómo Cambia Tu Cuerpo: Huesos, Músculos, Articulaciones

13/03/2024

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El cuerpo humano es una máquina asombrosa, y gran parte de su capacidad de movimiento, estabilidad y forma se la debemos al sistema musculoesquelético. Este complejo entramado no solo nos permite desplazarnos, sino que también protege nuestros órganos vitales y nos da la estructura que nos define. Comprender cómo funciona y cómo evoluciona a lo largo de la vida es fundamental para mantener una buena salud y calidad de movimiento en todas las etapas.

Índice de Contenido

Comprendiendo el Sistema Musculoesquelético

El sistema musculoesquelético es una red integrada de tejidos que trabajan conjuntamente. Está compuesto principalmente por huesos, músculos, tendones, ligamentos, articulaciones, cartílagos y otros tipos de tejido conjuntivo. El tejido conjuntivo es esencial, ya que da soporte y mantiene unidos a otros tejidos y órganos. Está formado fundamentalmente por colágeno y fibras elásticas, que son proteínas diferentes.

¿Qué es el esqueleto muscular?
El sistema musculoesquelético proporciona forma, estabilidad y movimiento al cuerpo humano. Está constituido por los huesos (que conforman el esqueleto), los músculos, los tendones, los ligamentos, las articulaciones, los cartílagos y otras clases de tejido conjuntivo.

Componentes Clave: Los Huesos

Los huesos son mucho más que una simple estructura rígida. Proveen el soporte fundamental a nuestro cuerpo y contribuyen a su forma. Aunque puedan parecer ligeros, son increíblemente resistentes, capaces de soportar todo nuestro peso. Además de la función de soporte, los huesos desempeñan un papel crucial en la protección de los órganos internos. El cráneo resguarda el cerebro, la columna vertebral protege la médula espinal, la caja torácica protege el corazón y los pulmones, y la pelvis protege la vejiga, parte de los intestinos y, en las mujeres, los órganos reproductores.

La composición de los huesos es fascinante. Están formados por un armazón proteico de colágeno, combinado con un mineral vital: el fosfato cálcico. Esta combinación confiere al hueso su característica resistencia y dureza. Los huesos actúan también como un almacén de calcio, liberándolo al torrente sanguíneo cuando el cuerpo lo necesita en otras funciones. La cantidad de calcio almacenado en los huesos está directamente influenciada por la ingesta de ciertas vitaminas y minerales, especialmente la vitamina D y el calcio.

Existen dos tipos principales de tejido óseo:

  • Hueso compacto (o cortical): Es la capa externa, densa y dura del hueso. Tiene una apariencia similar al marfil y es sumamente resistente. Contiene canales y orificios por donde pasan vasos sanguíneos y nervios.
  • Hueso esponjoso: Se encuentra en el interior del hueso compacto y tiene una estructura similar a una esponja. Está formado por una red de pequeñas piezas óseas llamadas trabéculas óseas. Es aquí donde se localiza la médula ósea.

La médula ósea, situada en el hueso esponjoso, es un tejido blando esencial para la producción de la mayoría de las células sanguíneas. Contiene células madre que generan glóbulos rojos (transportan oxígeno), plaquetas (clave en la coagulación) y algunos tipos de glóbulos blancos (defensa contra infecciones). Los huesos se conectan entre sí mediante ligamentos, que son tiras fibrosas resistentes. El cartílago, un tejido flexible y elástico presente en las articulaciones, ayuda a sujetar y proteger los huesos en los puntos donde interactúan.

El Papel Vital de los Músculos

Los músculos son los motores del movimiento. Al contraerse y relajarse, tiran de las articulaciones, permitiéndonos realizar una vasta gama de acciones, desde caminar hasta levantar objetos o simplemente gesticular. Pero su función va más allá del movimiento voluntario; también son responsables de procesos internos fundamentales como la masticación, el transporte de alimentos por el sistema digestivo, el latido del corazón, la respiración y la regulación de la tensión arterial.

El cuerpo humano cuenta con tres tipos distintos de músculos:

  1. Músculos esqueléticos: Son los que están unidos a los huesos mediante tendones. Se encuentran en las extremidades, el tronco y la cara. Se les llama "estriados" por las bandas visibles al microscopio. Son músculos voluntarios, es decir, podemos controlar conscientemente sus movimientos. Mantienen la forma del cuerpo y permiten los movimientos cotidianos. Se contraen rápida y enérgicamente, pero también se fatigan con facilidad.
  2. Músculos lisos o involuntarios: A diferencia de los esqueléticos, tienen un aspecto liso. No podemos controlar sus movimientos de forma consciente; están regulados automáticamente por el sistema nervioso. Forman las paredes de órganos internos como el estómago, los intestinos y los vasos sanguíneos. Ayudan a la digestión y a regular el flujo sanguíneo y la presión arterial. Se contraen más lentamente que los esqueléticos, pero pueden permanecer contraídos por más tiempo sin fatigarse.
  3. Músculo cardíaco: Es exclusivo del corazón. Constituye la mayor parte de las paredes de las cavidades cardíacas. Es un músculo involuntario, cuyas contracciones rítmicas y potentes impulsan la sangre por todo el cuerpo.

Articulaciones: Las Bisagras del Cuerpo

Las articulaciones son los puntos donde se unen dos o más huesos. Son fundamentales para la flexibilidad del esqueleto, ya que sin ellas el movimiento sería imposible. Permiten que nuestro cuerpo se mueva en diferentes planos y con distintas amplitudes.

Las articulaciones se clasifican según el grado de movimiento que permiten:

  • Articulaciones inmóviles o fibrosas: No permiten movimiento. Ejemplos claros son las suturas entre los huesos del cráneo (que se fusionan tras el nacimiento) y las uniones que mantienen los dientes fijos en la mandíbula.
  • Articulaciones semimóviles o cartilaginosas: Permiten un movimiento muy limitado. Están unidas por cartílago, como las que se encuentran entre las vértebras de la columna vertebral. Los pequeños movimientos entre cada vértebra, sumados, confieren flexibilidad a la columna.
  • Articulaciones móviles o sinoviales: Permiten un amplio rango de movimiento en diversas direcciones. Son las articulaciones más numerosas y conocidas, como las de la cadera, hombros, codos, rodillas, muñecas y tobillos. Contienen líquido sinovial, que actúa como lubricante para facilitar el movimiento suave de los huesos. Existen varios tipos de articulaciones móviles que permiten movimientos específicos.

El Sistema en Movimiento: ¿Cómo Funciona?

El control y la coordinación de los movimientos musculares son responsabilidad del cerebro y el sistema nervioso. Los músculos involuntarios son regulados por áreas más profundas del cerebro y la parte superior de la médula espinal, conocida como tronco cerebral. Los movimientos voluntarios, por otro lado, están controlados por la corteza cerebral motora y el cerebelo.

Cuando tomamos la decisión consciente de movernos, la corteza motora genera una señal eléctrica. Esta señal viaja a través de la médula espinal y los nervios periféricos hasta alcanzar los músculos correspondientes, indicándoles que se contraigan. Curiosamente, la corteza motora del lado derecho del cerebro controla los músculos del lado izquierdo del cuerpo, y viceversa.

El cerebelo juega un papel crucial en la coordinación de estos movimientos voluntarios. Recibe información constante de sensores ubicados en los músculos y articulaciones (retroalimentación) a través de los nervios periféricos. Esta información le permite saber la posición y el estado de las extremidades y músculos en cada momento, lo que posibilita movimientos fluidos y coordinados. Por ejemplo, para levantar un brazo, el cerebro envía el mensaje a los músculos específicos del brazo, y estos actúan. Actividades más complejas como correr implican una intrincada red de mensajes cerebrales para coordinar el trabajo simultáneo y secuencial de numerosos músculos.

Los músculos logran el movimiento tirando de los huesos. Sin embargo, no pueden "empujar" los huesos de vuelta a su posición original. Es por ello que los músculos suelen trabajar en pares antagónicos: flexores y extensores. Un músculo flexor se contrae para doblar una extremidad en una articulación (por ejemplo, el bíceps al doblar el codo). Una vez completado el movimiento, el flexor se relaja y un músculo extensor se contrae para estirar o extender la extremidad en la misma articulación (por ejemplo, el tríceps al estirar el brazo). Esta acción coordinada de pares musculares permite la amplitud y fluidez de nuestros movimientos.

El Impacto del Envejecimiento en el Sistema Musculoesquelético

A medida que envejecemos, el sistema musculoesquelético experimenta una serie de cambios naturales que pueden afectar su función y nuestra calidad de vida. Estos cambios varían en velocidad e intensidad entre individuos, pero ciertos patrones son comunes.

¿Cuánto tarda el cuerpo en hacerse esqueleto?
EtapaTiempo estimadoReducción esquelético o esquelitizaciónSe produce de los 3 años hasta los 5 dependiendo el clima. Esta etapa puede llegar a duras hasta 50 años en lograr completarse.Efectos tardíos conservadoresMomificación6 meses hasta 1 año tras la muerte.

Uno de los cambios más significativos es la pérdida de masa o densidad ósea, un proceso que se acelera especialmente en las mujeres después de la menopausia. Los huesos pierden calcio y otros minerales, volviéndose más frágiles. En la columna vertebral, los discos intervertebrales (esos "cojines" gelatinosos entre las vértebras) pierden líquido y se vuelven más delgados, lo que contribuye a un acortamiento gradual del tronco. Las vértebras también pierden mineral, adelgazándose y pudiendo curvarse o comprimirse. El uso general de la columna y el proceso de envejecimiento pueden llevar a la formación de espolones óseos.

Los arcos de los pies tienden a aplanarse ligeramente, lo que también contribuye a una pequeña pérdida de estatura. Los huesos largos de brazos y piernas se vuelven más frágiles por la pérdida mineral, pero no cambian de longitud. Esto puede crear la ilusión de que los brazos y las piernas se ven más largos en comparación con el tronco acortado.

Las articulaciones se vuelven más rígidas y menos flexibles. La cantidad de líquido sinovial, que lubrica las articulaciones móviles, puede disminuir. El cartílago que protege las superficies articulares puede comenzar a desgastarse por la fricción. También pueden depositarse minerales dentro y alrededor de algunas articulaciones (calcificación), algo común alrededor del hombro. Articulaciones de gran carga como las de la cadera y la rodilla a menudo experimentan cambios degenerativos con pérdida de cartílago. En los dedos, es común la pérdida de cartílago y el adelgazamiento óseo, a menudo con hinchazones óseas llamadas osteofitos, que pueden tener un componente hereditario y son más frecuentes en mujeres.

La masa muscular magra también disminuye con la edad, un fenómeno conocido como atrofia muscular. Esta disminución puede comenzar relativamente temprano, alrededor de los 20 años en hombres y 40 en mujeres, y parece estar influenciada por factores genéticos. Se depositan pigmentos relacionados con la edad (lipofuscina) y grasa en el tejido muscular. Las fibras musculares se encogen y el tejido muscular perdido es reemplazado por tejido fibroso duro más lentamente. Esto es particularmente notable en las manos, que pueden verse más delgadas y huesudas.

Los músculos pierden tono y capacidad de contraerse eficazmente, debido a cambios tanto en el propio tejido muscular como en el sistema nervioso. Pueden volverse más rígidos con la edad y perder tono, incluso con ejercicio regular.

Problemas Comunes Asociados al Envejecimiento

Los cambios en el sistema musculoesquelético con el envejecimiento predisponen a una serie de problemas de salud:

  • Osteoporosis: Es una condición muy común, especialmente en mujeres mayores, donde la densidad ósea disminuye drásticamente, haciendo que los huesos sean extremadamente frágiles y propensos a fracturas. Las fracturas por compresión de las vértebras pueden causar dolor significativo y limitar la movilidad.
  • Debilidad muscular: La pérdida de masa muscular contribuye a la fatiga, la debilidad general y una menor tolerancia a la actividad física.
  • Problemas articulares: La rigidez leve hasta la artritis debilitante, como la osteoartritis, son muy comunes. Estos problemas causan dolor, inflamación y rigidez, y pueden llevar a deformidades articulares.
  • Mayor riesgo de lesiones: Los cambios en la marcha, la inestabilidad y la pérdida de equilibrio aumentan significativamente el riesgo de caídas, que a su vez pueden resultar en fracturas u otras lesiones graves.

Otros efectos del envejecimiento pueden incluir una reducción en ciertos reflejos (como el rotuliano o el aquíleo del tobillo), aunque algunos cambios reflejos, como un reflejo de Babinski positivo, no son normales en el envejecimiento y deben investigarse. Los movimientos involuntarios menores, como temblores musculares finos (fasciculaciones), pueden ser más comunes. Las personas mayores inactivas pueden experimentar debilidad o sensaciones anormales como parestesias (hormigueo, adormecimiento). La falta de movimiento y estiramiento muscular puede llevar a contracturas musculares.

Prevención y Cuidado a lo Largo de la Vida

Aunque algunos cambios son inevitables con el envejecimiento, existen estrategias muy efectivas para retardar su progresión y minimizar su impacto. La prevención es clave, y el ejercicio juega un papel fundamental.

El ejercicio regular y moderado es una de las mejores herramientas para mantener la salud musculoesquelética. Ayuda a preservar la fuerza muscular, mejorar el equilibrio y la flexibilidad, y mantener los huesos fuertes. Un programa de ejercicio adecuado a la edad y condición física puede marcar una gran diferencia.

La nutrición también es esencial. Mantener una dieta bien equilibrada que asegure un aporte suficiente de calcio y vitamina D es crucial para la salud ósea. Las mujeres posmenopáusicas y los hombres mayores de 70 años, en particular, tienen recomendaciones específicas de ingesta de estos nutrientes: 1200 mg de calcio y 800 unidades internacionales (UI) de vitamina D al día. En casos de osteoporosis diagnosticada, el médico puede recomendar tratamientos farmacológicos específicos.

Cuidar el sistema musculoesquelético a lo largo de la vida, mediante actividad física constante y una nutrición adecuada, permite mantener una mayor independencia, movilidad y calidad de vida en la edad avanzada. Es un sistema resiliente, pero que requiere atención y cuidado continuo.

Preguntas Frecuentes sobre el Sistema Musculoesquelético y el Envejecimiento

PreguntaRespuesta
¿Qué es el sistema musculoesquelético?Es el sistema del cuerpo humano que proporciona forma, estabilidad y movimiento. Está compuesto por huesos, músculos, tendones, ligamentos, articulaciones, cartílagos y tejido conjuntivo.
¿De qué están compuestos principalmente los huesos?Los huesos están compuestos por un armazón proteico de colágeno y fosfato cálcico, un mineral que les confiere resistencia y dureza.
¿Cuál es la diferencia entre hueso compacto y hueso esponjoso?El hueso compacto es la capa externa, dura y densa. El hueso esponjoso se encuentra en el interior, tiene una estructura similar a una esponja y contiene la médula ósea.
¿Qué función tiene la médula ósea?La médula ósea, ubicada en el hueso esponjoso, produce la mayoría de las células sanguíneas, incluyendo glóbulos rojos, plaquetas y algunos glóbulos blancos, a partir de células madre.
¿Cuántos tipos de músculos hay en el cuerpo humano?Hay tres tipos principales: músculos esqueléticos (voluntarios, unidos a huesos), músculos lisos (involuntarios, en órganos y vasos) y músculo cardíaco (involuntario, en el corazón).
¿Cómo mueven los músculos el cuerpo?Los músculos mueven el cuerpo contrayéndose y relajándose, tirando de los huesos a través de las articulaciones. Suelen trabajar en pares (flexores y extensores) para permitir el movimiento en ambas direcciones.
¿Qué función tienen las articulaciones?Las articulaciones son las uniones entre huesos. Hacen que el esqueleto sea flexible y permiten el movimiento del cuerpo.
¿Cuáles son los tipos principales de articulaciones según su movimiento?Se clasifican en inmóviles o fibrosas (sin movimiento), semimóviles o cartilaginosas (movimiento limitado) y móviles o sinoviales (amplio rango de movimiento).
¿Cómo afecta el envejecimiento a los huesos?Los huesos pierden densidad y minerales (calcio), volviéndose más frágiles y propensos a fracturas (osteoporosis). La columna se acorta y puede curvarse.
¿Qué cambios sufren los músculos con la edad?Se reduce la masa muscular (atrofia), disminuye el tono y la capacidad de contracción. El tejido muscular puede ser reemplazado por tejido fibroso.
¿Por qué las articulaciones se vuelven rígidas al envejecer?Las articulaciones pierden flexibilidad debido a la disminución del líquido sinovial, el desgaste del cartílago y la posible mineralización alrededor de la articulación.
¿Qué problemas comunes están asociados al envejecimiento del sistema musculoesquelético?Problemas comunes incluyen osteoporosis, debilidad muscular, artritis (osteoartritis), rigidez articular y un mayor riesgo de caídas y fracturas.
¿Se puede prevenir el deterioro musculoesquelético por la edad?Sí, mediante un programa de ejercicio regular y una dieta equilibrada rica en calcio y vitamina D. En algunos casos, pueden ser necesarios tratamientos médicos específicos.

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