04/03/2025
Antes de levantar una pesa, correr un kilómetro o sumergirte en una nueva rutina deportiva, hay un paso fundamental que a menudo se subestima: conocer a fondo a la persona. No se trata solo de saber su nombre o qué deporte le gusta. Se trata de indagar en su historia, sus hábitos y su estado de salud actual. Este proceso inicial y exhaustivo es lo que conocemos como anamnesis, y en el mundo del ejercicio físico y el deporte, es la piedra angular sobre la que se construye todo plan de entrenamiento individualizado y seguro.

La anamnesis, un término proveniente del ámbito médico, se refiere al conjunto de datos clínicos relevantes y otros antecedentes de un paciente. En esencia, es la recopilación de información que nos permite entender el origen de una situación actual, ya sea una molestia, una limitación o simplemente el punto de partida para una mejora. Para los profesionales del ejercicio, aunque no realizamos diagnósticos médicos, sí necesitamos conocer el estado de salud de nuestros entrenados para poder prescribir ejercicio con garantías de calidad y, lo más importante, de seguridad.

En este artículo, exploraremos en profundidad qué implica la anamnesis aplicada al entrenamiento deportivo, qué información esencial debe recopilarse, cómo va más allá de la simple historia médica y cómo la tecnología actual está transformando la forma en que obtenemos y utilizamos estos datos para diseñar programas verdaderamente personalizados.
- ¿Qué es la Anamnesis y por qué es Vital en el Entrenamiento?
- Más Allá del Gimnasio: El Historial Clínico-Deportivo Completo
- La Tecnología al Servicio de la Anamnesis: El Rol de los Wearables
- De la Información al Plan: Cómo Usar la Anamnesis para Diseñar Tu Programa
- Preguntas Frecuentes sobre la Anamnesis en el Ejercicio
- Conclusiones
¿Qué es la Anamnesis y por qué es Vital en el Entrenamiento?
Como mencionamos, la anamnesis es el proceso de recolección de información sobre la historia de un individuo. En un contexto médico, busca identificar enfermedades, síntomas, antecedentes familiares, etc., para llegar a un diagnóstico y un tratamiento.
Aplicada a la educación física y el entrenamiento, la anamnesis tiene un objetivo similar en su metodología de recolección de datos, pero su propósito final se orienta a la valoración funcional y la prescripción de ejercicio. No buscamos diagnosticar patologías (eso es competencia médica), sino identificar factores que puedan influir en la capacidad de la persona para realizar actividad física, sus limitaciones, sus riesgos y sus potenciales.
La importancia de una buena anamnesis en el entrenamiento radica en varios puntos clave:
- Seguridad: Permite identificar condiciones médicas preexistentes, lesiones pasadas o factores de riesgo que podrían hacer que ciertos ejercicios o intensidades sean peligrosos. Conocer estos datos ayuda a adaptar el entrenamiento para minimizar riesgos.
- Individualización: Cada persona es única. Sus antecedentes, hábitos, preferencias y objetivos son diferentes. La anamnesis proporciona la información necesaria para diseñar un plan que se ajuste específicamente a sus necesidades y características, optimizando los resultados.
- Eficacia: Al entender el punto de partida de la persona (nivel de actividad actual, experiencia previa, limitaciones), podemos establecer objetivos realistas y diseñar un programa que sea progresivo y efectivo para alcanzarlos.
- Establecer el Punto de Partida: Sirve como base para futuras comparaciones. Al registrar el estado inicial, podemos valorar la evolución y el progreso del entrenado a lo largo del tiempo.
- Identificar el Origen de Problemas: A veces, una limitación funcional o una molestia recurrente no se debe solo a una debilidad muscular, sino a un hábito de vida (sedentarismo prolongado, mala postura laboral, falta de sueño) que la anamnesis puede ayudar a revelar.
Sin una anamnesis adecuada, cualquier plan de entrenamiento sería genérico, menos seguro y potencialmente ineficaz. Es el primer paso indispensable para un enfoque profesional y responsable.
Más Allá del Gimnasio: El Historial Clínico-Deportivo Completo
Mientras que el historial clínico médico tradicional se enfoca en enfermedades y tratamientos, el historial clínico-deportivo, si bien toma elementos del primero, amplía su alcance para ser relevante en el contexto del ejercicio. Debe ser un documento comprensivo que capture una imagen completa de la persona que vamos a entrenar. Los apartados clave que debería incluir son:
- Datos Personales: Información básica como nombre, edad, sexo, datos de contacto. La edad y el sexo son relevantes para considerar normas y recomendaciones generales, así como para interpretar datos de rendimiento.
- Patologías e Historial Médico-Deportivo:
- Patologías y Enfermedades Actuales: ¿Sufre de alguna condición médica (diabetes, hipertensión, asma, problemas cardíacos, etc.)? Esto es crucial para adaptar la intensidad, duración y tipo de ejercicio, o incluso para determinar si necesita supervisión médica o autorización antes de empezar.
- Historial Médico (Antecedentes Personales y Familiares): Preguntas sobre cirugías previas, hospitalizaciones, alergias. Los antecedentes familiares de ciertas enfermedades (cardíacas, diabetes) pueden aumentar el riesgo del entrenado y requieren precauciones adicionales o derivación médica.
- Historial Deportivo (Lesiones Previas): Información detallada sobre lesiones pasadas (esguinces, fracturas, tendinitis, problemas articulares, dolores crónicos). Una lesión antigua puede dejar secuelas que afecten la técnica, la movilidad o la fuerza, y deben ser consideradas para prevenir recaídas o compensaciones.
- Hábitos de Vida: Este es un apartado fundamental que a menudo se subestima. El ejercicio es solo una pequeña parte del día de una persona. Conocer el resto de sus 24 horas es vital.
- Hábitos de Vida Deportiva (AFD - Actividades Físico-Deportivas): ¿Qué tipo de ejercicio realiza actualmente? ¿Con qué frecuencia, intensidad y duración? ¿Qué experiencia tiene en diferentes disciplinas?
- Hábitos del Estilo de Vida y Laborales (AVD-AVL - Actividades de la Vida Diaria y Laboral): ¿Es sedentario en su trabajo? ¿Pasa muchas horas sentado? ¿Tiene un trabajo físicamente demandante? ¿Cómo es su nivel de actividad general fuera del ejercicio estructurado (caminar, subir escaleras, tareas del hogar)? ¿Cómo son sus patrones de sueño (horas, calidad)? El sueño es crucial para la recuperación.
- Hábitos Nutricionales (AVN - Actividades Nutricionales): ¿Cómo es su alimentación general? ¿Realiza alguna dieta específica? ¿Tiene hábitos que puedan afectar su energía o recuperación? (Aunque un nutricionista es el profesional adecuado para un plan alimentario detallado, tener una idea general es útil).
- Analítica de Sangre: Si dispone de una reciente, puede ofrecer información valiosa sobre niveles de vitaminas, minerales, glucosa, perfil lipídico, etc., que pueden influir en el rendimiento y la salud.
- Objetivos Personales, Disponibilidad y Preferencias: ¿Qué quiere lograr con el entrenamiento (pérdida de peso, ganar músculo, mejorar rendimiento deportivo, salud general)? ¿Cuántos días a la semana y a qué hora puede entrenar? ¿Prefiere entrenar solo, en grupo, en gimnasio, al aire libre? Conocer estos aspectos asegura que el plan no solo sea efectivo, sino también motivador y sostenible para la persona.
Recopilar toda esta información de manera estructurada (ya sea mediante cuestionarios, entrevistas o plataformas digitales) nos permite tener una visión holística del entrenado y sentar las bases para el siguiente paso: la valoración funcional y el diseño del programa.

La Tecnología al Servicio de la Anamnesis: El Rol de los Wearables
Tradicionalmente, la información de la anamnesis se basaba en la entrevista y los cuestionarios, métodos que, aunque esenciales, dependen de la memoria y la percepción subjetiva del entrenado. Aquí es donde la tecnología moderna, en particular los dispositivos wearables (tecnología “ponible” como pulseras de actividad, relojes inteligentes, etc.), ha abierto una nueva dimensión.
Los wearables permiten registrar de manera objetiva y continua una gran cantidad de datos sobre los hábitos de vida de una persona a lo largo de las 24 horas del día. Esto complementa enormemente la información subjetiva de la anamnesis, ofreciendo una visión más precisa de su actividad diaria real. Si bien una persona puede decir que es activa, un wearable puede mostrar cuántos pasos da realmente, cuántas horas pasa sentada, cómo de reparador es su sueño, e incluso su frecuencia cardíaca en diferentes momentos del día.
Estos dispositivos pueden registrar:
- Nivel de Actividad Diaria: Pasos dados, distancia recorrida, escaleras subidas.
- Intensidad de la Actividad: Algunos clasifican el tiempo en inactivo, leve, moderado o intenso, a menudo basándose en la frecuencia cardíaca o el movimiento.
- Sueño: Duración total, fases del sueño (ligero, profundo, REM), despertares. La calidad y cantidad del sueño son fundamentales para la recuperación y adaptación al entrenamiento.
- Frecuencia Cardíaca: Medición continua a lo largo del día y la noche, proporcionando datos sobre el nivel de estrés, la recuperación y la respuesta fisiológica a la actividad.
- Gasto Calórico Estimado: Basado en la actividad y los datos personales.
Integrar los datos de los wearables con la información de la anamnesis tradicional (historial médico, lesiones, objetivos) permite al profesional del ejercicio tener una imagen mucho más rica y precisa del entrenado. Por ejemplo, si alguien reporta sentirse fatigado a pesar de un entrenamiento moderado, los datos del wearable sobre la falta de sueño o un nivel de estrés elevado (reflejado en la FC en reposo) podrían dar una pista sobre la causa. Esta combinación de datos subjetivos y objetivos mejora significativamente la calidad de la valoración inicial y la capacidad de diseñar un plan verdaderamente adaptado.
De la Información al Plan: Cómo Usar la Anamnesis para Diseñar Tu Programa
Una vez recopilada toda la información de la anamnesis y, si es posible, los datos objetivos de los wearables, el siguiente paso es analizarla y utilizarla para guiar el resto del proceso de valoración y, finalmente, el diseño del programa de entrenamiento. La anamnesis nos ayuda a:
- Seleccionar Pruebas de Valoración Adicionales: La información de la anamnesis orienta qué test de valoración funcional (de fuerza, flexibilidad, resistencia, composición corporal, etc.) son más relevantes o necesarios para esa persona específica. Si hay antecedentes de lesión de rodilla, se pondrá especial atención en evaluar la fuerza y estabilidad de esa articulación.
- Identificar Limitaciones y Riesgos: La anamnesis resalta posibles contraindicaciones o precauciones a tener en cuenta al seleccionar ejercicios, intensidades y volúmenes de entrenamiento.
- Establecer Prioridades: Los objetivos del entrenado, combinados con su estado de salud y hábitos, ayudan a definir qué aspectos del entrenamiento son más importantes abordar primero.
- Diseñar la Estructura del Programa: La disponibilidad horaria, las preferencias y el nivel de experiencia guían la frecuencia semanal, la duración de las sesiones y el tipo de actividades a incluir.
- Realizar Recomendaciones de Estilo de Vida: Los datos sobre hábitos (sueño, sedentarismo, nutrición) permiten ofrecer consejos prácticos que complementen el entrenamiento y potencien los resultados generales de salud y bienestar.
La anamnesis no es un trámite inicial que se olvida; es un documento vivo que debe ser revisado periódicamente. A medida que el entrenado progresa, sus hábitos pueden cambiar, sus objetivos pueden evolucionar y su estado físico mejorará. Reevaluar aspectos de la anamnesis a lo largo del tiempo ayuda a ajustar el programa para mantenerlo relevante, seguro y motivador.
Aspecto | Anamnesis Médica Típica | Anamnesis Deportivo/Ejercicio |
---|---|---|
Objetivo Principal | Diagnóstico y tratamiento de enfermedades. | Valoración funcional, identificación de riesgos y diseño de programa de ejercicio. |
Enfoque | Principalmente patologías, síntomas, historial médico detallado. | Patologías relevantes para el ejercicio, historial de lesiones deportivas, hábitos de vida (actividad, sueño, nutrición), objetivos deportivos. |
Datos Clave (Ejemplos) | Enfermedades crónicas, medicación, cirugías, antecedentes familiares de enfermedades graves. | Lesiones deportivas pasadas, nivel de actividad actual (estructurada y diaria), patrones de sueño, tipo de trabajo, objetivos de rendimiento/salud. |
Resultado Primario | Plan de tratamiento médico, medicación, recomendaciones clínicas. | Plan de entrenamiento individualizado, recomendaciones de hábitos complementarias, derivación a médico si es necesario. |
En resumen, la anamnesis es el mapa inicial que nos guía en el viaje del entrenamiento. Nos indica dónde estamos, por dónde hemos pasado y hacia dónde queremos ir, teniendo en cuenta el terreno y los posibles obstáculos.

Preguntas Frecuentes sobre la Anamnesis en el Ejercicio
¿Quién debe realizar la anamnesis?
La anamnesis debe ser realizada por el profesional cualificado que va a diseñar y/o supervisar el programa de ejercicio, como un entrenador personal, preparador físico o readaptador deportivo. En casos complejos o con antecedentes médicos relevantes, puede ser útil o necesario realizarla en colaboración o tras la aprobación de un profesional de la salud (médico, fisioterapeuta).
¿Es obligatoria la anamnesis antes de empezar a entrenar?
Aunque legalmente puede variar según la región o el centro deportivo, desde un punto de vista profesional y ético, realizar algún tipo de anamnesis (como mínimo un cuestionario de salud básico como el PAR-Q) es fundamental y altamente recomendable para garantizar la seguridad del entrenado y la calidad del servicio.
¿Qué pasa si el entrenado tiene una condición médica compleja?
Si la anamnesis revela una condición médica compleja o un riesgo significativo, el profesional del ejercicio debe derivar al entrenado a un médico para obtener autorización y recomendaciones específicas antes de iniciar o continuar con el programa de ejercicio. La comunicación entre profesionales (médico y entrenador) es ideal en estos casos.
¿Con qué frecuencia se debe actualizar la anamnesis?
No hay una regla estricta, pero es aconsejable revisarla y actualizarla periódicamente, por ejemplo, cada pocos meses o al inicio de una nueva fase de entrenamiento, o si el entrenado experimenta cambios significativos en su salud, hábitos o circunstancias (una nueva lesión, un cambio de trabajo, etc.).
¿La anamnesis sustituye a una revisión médica?
No, bajo ningún concepto. La anamnesis realizada por un profesional del ejercicio no es un diagnóstico médico ni sustituye la necesidad de revisiones médicas regulares, especialmente para personas con condiciones de salud preexistentes o que inician un programa de ejercicio intenso después de un largo periodo de inactividad.

Conclusiones
La anamnesis es mucho más que un simple formulario a rellenar; es el primer y quizás más importante paso en el camino hacia un entrenamiento efectivo, seguro y verdaderamente individualizado. Nos proporciona la información esencial sobre el historial de salud, las lesiones, los hábitos de vida y los objetivos de la persona, permitiéndonos entender su punto de partida y diseñar un plan a medida.
En el campo del ejercicio físico, aunque nuestras competencias difieren de las médicas, sí tenemos la responsabilidad de conocer el estado de nuestros entrenados para tomar las mejores decisiones en cuanto a la prescripción de ejercicio. La anamnesis nos empodera para hacerlo, identificando riesgos, limitaciones y factores clave que influyen en el rendimiento y la salud general.
La integración de la información tradicional de la anamnesis con los datos objetivos proporcionados por los wearables representa un avance significativo, ofreciendo una visión más completa y precisa de los hábitos de vida de las personas las 24 horas del día. Esta combinación de datos subjetivos y objetivos enriquece la valoración inicial y permite un diseño de programas aún más ajustado a la realidad del individuo.
Recordemos siempre que el trabajo multidisciplinar, manteniendo una comunicación abierta con profesionales de la salud cuando sea necesario, enriquece nuestra práctica y garantiza el mejor servicio posible para quienes confían en nosotros para mejorar su condición física y su bienestar. La anamnesis es el inicio de esa colaboración y la base de un entrenamiento con propósito.
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