25/03/2025
Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha mostrado un profundo interés por comprender la diversidad de formas y estructuras corporales. Este interés no es meramente estético, sino que se extiende a campos como la salud, la antropología y, de manera muy significativa, el deporte y el entrenamiento físico. A lo largo de la historia, se han propuesto diversos sistemas para clasificar y analizar los tipos de cuerpo con distintos propósitos, buscando entender cómo nuestra morfología influye en nuestras capacidades y potencialidades.

Uno de los sistemas más influyentes y reconocidos para describir la diversidad de tipos de cuerpo es el concepto de somatotipo, propuesto por Sheldon en la década de 1940. Aunque su visión inicial lo consideraba una entidad fija, la perspectiva moderna reconoce que el somatotipo es una valoración dinámica que puede cambiar a lo largo de la vida. Este sistema clasifica los cuerpos en tres componentes principales: ectomorfo, mesomorfo y endomorfo. Comprender estas clasificaciones es fundamental para adaptar estrategias de entrenamiento y nutrición de manera más efectiva.

- El Concepto de Somatotipo: La Clasificación de Sheldon
- Medición y Representación del Somatotipo: La Somatocarta
- Aplicaciones del Estudio de los Tipos de Cuerpo
- Factores que Influyen en el Somatotipo y sus Cambios
- Somatotipo, Rendimiento y Optimización Morfológica
- Somatotipo, Composición Corporal y Salud
- Comparativa de los Tres Somatotipos Principales
- Preguntas Frecuentes sobre los Tipos de Cuerpo
- ¿El somatotipo es algo fijo o puede cambiar?
- ¿La mayoría de las personas son un tipo de cuerpo "puro" (solo ectomorfo, mesomorfo o endomorfo)?
- ¿Cómo se mide el somatotipo?
- ¿Para qué sirve conocer mi somatotipo?
- ¿El entrenamiento físico puede afectar mi somatotipo?
- ¿Existe un tipo de cuerpo "mejor" para el deporte en general?
- Conclusión
El Concepto de Somatotipo: La Clasificación de Sheldon
El concepto de somatotipo, inicialmente desarrollado por Sheldon en 1940, ofrece una forma de describir la amplia gama de formas corporales humanas. Sheldon postuló que existen tres componentes principales que, en diferentes grados, describen el físico de una persona. Estos componentes, influenciados en parte por características heredadas, son generalizaciones, y la mayoría de las personas poseen características de dos o incluso de los tres. A pesar de la creencia original de Sheldon de que el somatotipo era genético y fijo, la visión actual, como señala Carter (1995), es que el somatotipo es una valoración del fenotipo en un momento determinado de la vida y, por lo tanto, puede cambiar debido a factores como el crecimiento, el envejecimiento, las enfermedades, el ejercicio y la nutrición.
Ectomorfo: La Linealidad y Delgadez
El componente ectomorfo representa la linealidad relativa o la delgadez de un físico. Las personas con una predominancia ectomórfica tienden a ser altas y delgadas, con poca grasa corporal y poco músculo. Su estructura ósea puede ser más fina. Este perfil corporal es característico de formas longilíneas, propias de disciplinas deportivas que valoran la ligereza y, a menudo, la altura, como el salto de altura y el voleibol. El texto menciona que los niños ectomorfos tienden a madurar más tardíamente.
Mesomorfo: Robustez y Musculatura
El mesomorfo describe la robustez o la magnitud músculo-esquelética relativa. Los individuos con una alta mesomorfia son típicamente atléticos, con una estructura sólida y fuerte. Tienen una mayor facilidad para desarrollar músculo y su físico suele ser más denso y potente. Esta forma corporal es una característica predominante en atletas de disciplinas que requieren fuerza, potencia y explosividad, como los velocistas, halterófilos y powerlifters. El texto señala que la mesomorfia es mayor en deportistas que en sedentarios, y que un incremento en la intensidad del entrenamiento se corresponde con un aumento de la mesomorfia. Los niños mesomorfos, por otro lado, tienden a madurar antes.
Endomorfo: Adiposidad Relativa
El componente endomorfo hace referencia a la adiposidad relativa. Las personas con una predominancia endomórfica tienden a tener formas corporales más redondeadas y una mayor cantidad de grasa corporal. Aumentan de peso fácilmente, aunque el texto aclara que no necesariamente tienen que tener sobrepeso. También pueden tener una cantidad considerable de músculo. Esta morfología, que representa la adiposidad relativa, es característica de formas corporales redondeadas, propias de disciplinas donde el volumen corporal puede ser una ventaja o no ser una desventaja significativa, como el sumo o los lanzamientos de peso en atletismo. El texto menciona que la endomorfia aumenta con la edad y que es menor en deportistas que en sedentarios. Las niñas endomorfas tienden a madurar antes.
Es crucial entender que, si bien Sheldon consideraba estos tipos como fijos, la visión moderna, respaldada por autores como Carter, reconoce que el somatotipo es una valoración del fenotipo en un momento dado y puede cambiar significativamente a lo largo de la vida debido a factores como el crecimiento, el envejecimiento, la nutrición y, muy importantemente, el ejercicio físico. La mayoría de las personas son una combinación de estos tres componentes, y su somatotipo puede describirse con una puntuación para cada uno, reflejando su grado de ectomorfia, mesomorfia y endomorfia.
Medición y Representación del Somatotipo: La Somatocarta
La técnica del somatotipo no es solo una descripción cualitativa; también implica métodos de medición para estimar la forma corporal y su composición de manera cuantitativa. El somatotipo es la morfología, el perfil antropométrico o la arquitectura corporal de las personas como un total unificado. Sheldon hizo el primer intento de clasificación utilizando una escala continua y representándolo gráficamente mediante el triángulo de Franz Reuleaux, en lo que fue el primer intento de somatocarta.
Actualmente, el método más utilizado y evolucionado es el desarrollado por Heath y Carter (1990). Este método nos permite comparar los resultados de la medición con la propia persona en distintas etapas de su vida, o con los resultados de otro sujeto o grupo de sujetos que practiquen o no su deporte. Con esto conseguimos conocer qué características físicas se dan con mayor asiduidad en un deporte en concreto, lo que nos puede ayudar a diseñar estrategias de entrenamiento y nutrición para que los deportistas puedan perseguir acercarse al perfil físico en cuestión, que con bastante probabilidad ayudará a mejorar su rendimiento y resultados para ese deporte en concreto.
La Somatocarta: Visualizando el Perfil
Una vez calculados los valores de los tres componentes del somatotipo utilizando el método de Heath y Carter, es posible representarlos gráficamente en un diagrama conocido como Somatocarta. Este diagrama, basado en el diseño original de Franz Reuleaux, permite visualizar la posición de un individuo o un grupo dentro del espectro de las formas corporales. La Somatocarta es una herramienta visual valiosa que facilita la comparación de perfiles somatotípicos, ya sea para seguir la evolución de un individuo o para comparar grupos de deportistas de diferentes disciplinas. En una Somatocarta, los perfiles se ubican en un gráfico triangular, con cada vértice representando una pura predominancia de uno de los tres componentes.
Métodos de Medición Antropométrica
La determinación del somatotipo, según el método de Heath y Carter, se basa principalmente en mediciones antropométricas. La antropometría es la ciencia que se ocupa de la medición del tamaño y las proporciones del cuerpo humano. Se basa en la combinación de una serie de medidas estandarizadas que nos sirven como variables para el cálculo del porcentaje de grasa corporal y de la masa libre de grasa mediante el uso de ecuaciones de predicción, y a partir de las cuales se calculan los componentes del somatotipo. Estas medidas incluyen:
- El peso corporal.
- La estatura.
- Pliegues cutáneos de grasa (como el tríceps, subescapular, suprailíaco, abdominal, muslo frontal, pantorrilla medial) para estimar la adiposidad (componente endomórfico).
- Diámetros óseos (como el biepicondíleo del húmero y del fémur) para estimar la robustez esquelética.
- Perímetros musculares (como el perímetro del brazo contraído y la pantorrilla máxima) corregidos por los pliegues cutáneos, para estimar la masa muscular (componente mesomórfico).
La antropometría es una técnica fundamental en el estudio de la composición corporal y la morfología, proporcionando datos objetivos para cuantificar el somatotipo.
Bioimpedancia Eléctrica: Una Alternativa para la Composición Corporal
Además de la antropometría, el texto menciona la bioimpedancia eléctrica como otro método utilizado para la evaluación de la composición corporal. La bioimpedancia eléctrica es un método rápido, no invasivo y validado científicamente que mide la oposición del cuerpo al flujo de una corriente eléctrica de baja intensidad. Utiliza electrodos colocados típicamente en manos y pies. Al igual que la antropometría, la bioimpedancia también se basa en ecuaciones de predicción para el cálculo de los componentes corporales, como el porcentaje de grasa y la masa libre de grasa. Aunque el texto no especifica si la bioimpedancia se utiliza directamente para calcular los componentes del somatotipo (ectomorfia, mesomorfia, endomorfia) según el método de Heath-Carter, sí la presenta como un método complementario o alternativo válido para evaluar la composición corporal, la cual está estrechamente relacionada con el perfil somatotípico de una persona.
Aplicaciones del Estudio de los Tipos de Cuerpo
Comprender y medir el somatotipo tiene aplicaciones prácticas significativas en diversas áreas, permitiendo un enfoque más personalizado y basado en datos.
En la Nutrición
El estudio del somatotipo es relevante en el campo de la nutrición. Puede ayudar a diseñar dietas más adecuadas a las características individuales y a los objetivos relacionados con la composición corporal. También permite evaluar el efecto de ayudas ergogénicas o intervenciones dietéticas específicas sobre el perfil morfológico. Asimismo, puede ser útil para entender mejor los trastornos alimentarios en relación con la composición corporal y la percepción del propio cuerpo.
En las Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
Quizás una de las aplicaciones más destacadas y estudiadas es en el ámbito deportivo. El análisis del somatotipo de deportistas de élite en diferentes disciplinas permite identificar los perfiles antropométricos típicos asociados al éxito en cada deporte. La comparación de perfiles individuales con estos perfiles de referencia puede ayudar a establecer objetivos de mejora de rendimiento. Esto, a su vez, puede guiar el diseño de estrategias de entrenamiento y nutrición más específicas y efectivas para ayudar a los atletas a acercarse a ese perfil morfológico que, con alta probabilidad, optimizará su rendimiento en su deporte particular. El texto subraya que existe un somatotipo típico para la práctica de cada deporte y que a mayor nivel deportivo, mayor es la homogeneidad de los grupos en cuanto a somatotipo. Los deportistas con un elevado volumen de trabajo aeróbico tienden a tener un gran componente ectomórfico, mientras que los deportistas de deportes de contacto suelen tener un gran componente mesomórfico. La homogeneidad del somatotipo es mayor en deportes individuales, con la excepción del tenis y el ciclismo.
En la Antropología
Desde una perspectiva más amplia, el estudio del somatotipo contribuye a la antropología, que se dedica al estudio del ser humano y sus características físicas, incluyendo la diversidad morfológica entre poblaciones, el desarrollo a lo largo del ciclo vital y las adaptaciones a diferentes entornos y estilos de vida.
Además de estas áreas, el somatotipo puede utilizarse para hacer un seguimiento del desarrollo físico de un individuo, observando cómo cambian sus componentes a lo largo de las distintas etapas de la vida, desde la infancia hasta la edad adulta.
Factores que Influyen en el Somatotipo y sus Cambios
Como se mencionó, a pesar de la concepción inicial de Sheldon, el somatotipo es una medida dinámica que puede variar a lo largo de la vida. Factores genéticos predisponen, pero el entorno y el estilo de vida tienen un impacto significativo. Algunos puntos clave a considerar sobre cómo cambia el somatotipo son:
- Los mayores cambios en el somatotipo suelen ocurrir durante la infancia, específicamente entre los 6 y 12 años de edad, un período de rápido crecimiento y desarrollo.
- Durante la adolescencia, los cambios se moderan en comparación con la infancia, aunque se siguen produciendo ajustes significativos en la composición corporal y la forma física a medida que el individuo madura.
- En la edad adulta, los cambios que se producen en el somatotipo suelen tener un origen predominantemente medio-ambiental. Esto significa que factores como la dieta, el nivel de actividad física, el tipo de entrenamiento y el estilo de vida general son los principales impulsores de las modificaciones en la adiposidad, la masa muscular y la linealidad.
- La endomorfia (grasa corporal) tiende a aumentar con la edad en la población general, un fenómeno influenciado por cambios metabólicos y de estilo de vida.
- Existe un dimorfismo sexual evidente en el somatotipo; es decir, hay variaciones significativas en la fisionomía externa entre sexos. Los niños, en general, tienden a tener una menor endomorfia y una mayor mesomorfia y ectomorfia en comparación con las niñas.
- El somatotipo parece estar relacionado con la maduración física. Los niños ectomorfos tienden a madurar más tardíamente, mientras que los niños mesomorfos maduran antes. En el caso de las niñas, las endomorfas tienden a madurar antes, y las ectomorfas más tarde.
Estos puntos refuerzan la idea de que el somatotipo no es un destino inmutable, sino una descripción de la forma corporal en un momento dado que puede ser influenciada y modificada por diversos factores a lo largo de la vida. La plasticidad del somatotipo es particularmente relevante en el contexto del entrenamiento y la nutrición, ya que sugiere que las intervenciones en estas áreas pueden conducir a cambios deseados en la composición y forma corporal.
Somatotipo, Rendimiento y Optimización Morfológica
La pregunta sobre qué hace que un deportista triunfe es compleja, involucrando múltiples factores como los fisiológicos, biomecánicos, psicológicos y las destrezas técnicas específicas de cada especialidad deportiva. Sin embargo, las dimensiones antropométricas del deportista, que reflejan la forma, proporcionalidad y composición corporal (es decir, el somatotipo), son variables que juegan un papel a veces fundamental en la consecución del triunfo. Por lo tanto, si existe un tipo de cuerpo ideal para un deporte en particular, sólo los deportistas con esta forma específica probablemente permanecerán en la alta competición a largo plazo.
El texto ilustra este punto con ejemplos de atletas de élite con morfologías distintivas que parecen estar particularmente bien adaptadas a sus disciplinas, como la envergadura de Michael Phelps en natación o la estructura potente de Usain Bolt en atletismo. Estas formas corporales distintivas, observadas hoy dentro de los deportes, han surgido como resultado de un proceso dual: por un lado, la selección natural de tipos de cuerpo que han triunfado a lo largo de generaciones consecutivas; y por otro, la adaptación a las demandas específicas del entrenamiento en la generación actual.
La culminación de una forma y composición corporal «final» que optimiza el rendimiento para una disciplina dada resulta en lo que se denomina “optimización morfológica” (Norton, 1995). Esto no implica que solo un tipo de cuerpo pueda practicar un deporte, sino que en los niveles más altos de competición, hay una tendencia hacia la homogeneidad morfológica dentro de cada disciplina, ya que ciertos perfiles son biomecánicamente o fisiológicamente más eficientes para las tareas requeridas.
Teniendo en cuenta que diferentes cualidades físicas pueden verse favorecidas por determinados perfiles corporales, como se ha comentado anteriormente (Brendan, 2017, señala que los diferentes tipos de cuerpo pueden verse favorecidos por una u otra cualidad física como la fuerza, la resistencia o la velocidad), y aunque el enfoque no sea de alta competición y simplemente sea el de práctica de ejercicio regular orientado a la salud y el fitness, podemos implementar estrategias para conseguir cambios en nuestro perfil que hagan mejorar nuestra salud y rendimiento físico. Y, en consecuencia, dichas estrategias provenientes de las áreas de la nutrición y de las ciencias del ejercicio, pueden ser adaptadas a dicho perfil para que los resultados se consigan con mayor efectividad. Cuando nos referimos al ámbito de la “salud y del fitness”, en función de los valores obtenidos en una medición antropométrica y del perfil de somatotipo que se obtengan, se podrán potenciar o priorizar ciertas cualidades físicas sobre otras para orientar el entrenamiento hacia los objetivos establecidos. El texto proporciona un ejemplo de diseño de programa de entrenamiento basado en las recomendaciones ACSM para diferentes somatotipos orientado a la salud (Kathirgamam, 2020), lo que subraya la aplicabilidad del somatotipo incluso fuera del deporte de élite.
El texto también señala que la mesomorfia en deportistas es mayor que en sedentarios, la endomorfia en deportistas es menor que en sedentarios, y a mayor nivel deportivo, mayor es la homogeneidad de los grupos en cuanto a somatotipo. El elevado rendimiento motor en niños está relacionado con una elevada mesomorfia y una moderada endomorfia. Los deportistas con un elevado volumen de trabajo aeróbico tienen un gran componente ectomórfico, mientras que los deportistas de deportes de contacto tienen un gran componente mesomórfico. Un incremento de la intensidad del entrenamiento se corresponde con un aumento de la mesomorfia. Todo esto refuerza la estrecha relación entre somatotipo, entrenamiento y rendimiento.
Somatotipo, Composición Corporal y Salud
El estudio del somatotipo está intrínsecamente ligado a la evaluación de la composición corporal, es decir, la proporción de masa grasa, masa muscular, masa ósea, etc., en el cuerpo. La estimación de la composición corporal es importante para la determinación del estado nutricional tanto en condiciones de salud como de enfermedad. Diferentes métodos han sido desarrollados y validados para esta estimación, entre los cuales destacan las técnicas antropométricas y la bioimpedancia eléctrica como métodos de fácil aplicación, como se ha descrito anteriormente.
La salud se relaciona directamente con nuestro estilo de vida y en gran medida depende de nuestros hábitos alimentarios y de la práctica de ejercicio regular. El control detallado de nuestras características corporales realizado de forma periódica, mediante la evaluación de la composición corporal y el somatotipo, nos puede ayudar a llevar cabo un seguimiento constante de nuestra evolución y a conseguir los objetivos que nos plantemos con mayor eficacia. Una composición corporal saludable, que implica un equilibrio adecuado entre masa grasa y masa libre de grasa, es fundamental para la prevención de enfermedades crónicas y la promoción del bienestar general. Entender cómo nuestro somatotipo influye o se relaciona con nuestra composición corporal puede ser un punto de partida para establecer metas realistas y diseñar estrategias de intervención (nutrición y ejercicio) que se adapten mejor a nuestras características individuales y a cómo nuestro cuerpo tiende a responder a diferentes estímulos.
Comparativa de los Tres Somatotipos Principales
Característica | Ectomorfo | Mesomorfo | Endomorfo |
---|---|---|---|
Forma Corporal Típica | Alto y delgado, lineal, longilíneo | Atlético, sólido, robusto, musculoso | Redondeado, con adiposidad relativa |
Grasa Corporal | Poca | Moderada a baja (típicamente en deportistas) | Mucha |
Masa Muscular | Poca | Mucha, fácil desarrollo, magnitud músculo-esquelética | Mucha (puede tener) |
Facilidad para Aumentar Peso | Difícil | Relativamente fácil (músculo) | Fácil (grasa) |
Estructura Ósea | Fina | Sólida, robusta | Puede ser robusta |
Deportes Típicos (según texto) | Salto de altura, Voleibol, Deportes con alto volumen aeróbico | Velocistas, Halterófilos, Powerlifters, Deportes de contacto, Alto rendimiento motor en niños | Sumo, Lanzamientos de peso |
Maduración (en niños/as) | Tardía (niños), Tardía (niñas) | Temprana (niños) | Temprana (niñas) |
Preguntas Frecuentes sobre los Tipos de Cuerpo
¿El somatotipo es algo fijo o puede cambiar?
A diferencia de la creencia inicial de Sheldon, la visión actual es que el somatotipo es una valoración del fenotipo en un momento específico y puede cambiar a lo largo de la vida debido a factores como el crecimiento, el envejecimiento, la nutrición, las enfermedades y, muy importantemente, el ejercicio físico. Los cambios más significativos ocurren en la infancia y adolescencia, mientras que en la edad adulta suelen estar más influenciados por el entorno y el estilo de vida.
¿La mayoría de las personas son un tipo de cuerpo "puro" (solo ectomorfo, mesomorfo o endomorfo)?
No, el texto indica que los somatotipos de Sheldon son generalizaciones y que la mayoría de las personas tienen características de dos o incluso de los tres somatotipos en diferentes grados. El somatotipo se describe mejor como una combinación de los tres componentes, representada por una puntuación numérica para cada uno.
¿Cómo se mide el somatotipo?
Principalmente se utiliza el método de Heath y Carter, que se basa en mediciones antropométricas detalladas (peso, estatura, pliegues cutáneos, diámetros óseos, perímetros musculares). Estas medidas se usan en ecuaciones para calcular los componentes del somatotipo, que luego pueden representarse gráficamente en una Somatocarta. La bioimpedancia eléctrica también es un método relacionado para evaluar la composición corporal, estrechamente ligada al somatotipo.
¿Para qué sirve conocer mi somatotipo?
Conocer tu somatotipo puede ser útil en diversas áreas: en nutrición (para diseñar dietas personalizadas), en ciencias del deporte (para comparar perfiles con deportistas de élite y optimizar el entrenamiento), en antropología (para estudiar la diversidad humana). En el ámbito del fitness y la salud, puede ayudar a adaptar estrategias de entrenamiento y nutrición para conseguir objetivos de forma más efectiva, basándose en tus características morfológicas.
¿El entrenamiento físico puede afectar mi somatotipo?
Sí, el ejercicio físico y la nutrición son factores medioambientales que pueden causar cambios en el somatotipo, especialmente en la edad adulta. Por ejemplo, el texto menciona que un incremento en la intensidad del entrenamiento se corresponde con un aumento de la mesomorfia. El entrenamiento bien planificado puede influir en la composición corporal (aumentando músculo, disminuyendo grasa) y, por lo tanto, modificar los componentes del somatotipo.
¿Existe un tipo de cuerpo "mejor" para el deporte en general?
No hay un tipo de cuerpo "mejor" en general, pero sí existen somatotipos que son típicamente más ventajosos para deportes específicos debido a las demandas físicas y biomecánicas de cada disciplina. El texto señala que existen somatotipos típicos para la práctica de cada deporte. Sin embargo, también destaca que el entrenamiento físico puede tener efectos beneficiosos en todos los tipos de cuerpo y que la diversidad morfológica es ventajosa para diferentes formas de actividad física.
Conclusión
La clasificación de los cuerpos en educación física y el deporte, a través del concepto de somatotipo propuesto inicialmente por Sheldon y refinado por Heath y Carter, nos ofrece una poderosa herramienta para entender la diversidad de la forma humana y su relación con el rendimiento físico y la salud. Lejos de ser una etiqueta fija, nuestro somatotipo es una descripción dinámica de nuestro fenotipo que puede evolucionar a lo largo de la vida, influenciada por factores como el crecimiento, el envejecimiento, la nutrición y, fundamentalmente, el ejercicio físico.
Comprender las características generales de los perfiles ectomorfo, mesomorfo y endomorfo, así como reconocer que la mayoría de las personas son una combinación de ellos en diferentes grados, nos permite abordar el entrenamiento y la nutrición con una perspectiva más informada y personalizada. La medición objetiva del somatotipo y la composición corporal mediante técnicas como la antropometría y la bioimpedancia eléctrica proporciona datos valiosos para realizar seguimientos, establecer objetivos realistas y diseñar estrategias de intervención que se adapten a las características individuales de cada persona.
Ya sea buscando la optimización para la alta competición, donde la homogeneidad morfológica es mayor en los niveles de élite y existen somatotipos típicos para cada disciplina, o simplemente mejorando la salud y el bienestar general a través del fitness, la evaluación de la composición corporal y la morfología proporciona datos esenciales. Permite potenciar o priorizar ciertas cualidades físicas sobre otras y adaptar el entrenamiento y la nutrición para maximizar los resultados.
En definitiva, conocer cómo se clasifican los cuerpos nos invita a apreciar la singularidad de cada individuo y a diseñar enfoques de entrenamiento y nutrición que respeten y potencien nuestras características físicas para alcanzar nuestro máximo potencial en la actividad física y deportiva, mejorando tanto el rendimiento como la salud a lo largo de la vida.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Clasificación de Cuerpos en Deporte y Fitness puedes visitar la categoría Fitness.