21/05/2025
El coaching se presenta como una herramienta poderosa y transformadora, un proceso diseñado para liberar el potencial de las personas, ayudándolas a superar obstáculos, definir objetivos claros y trazar el camino para alcanzarlos. No es terapia, ni consultoría, ni formación, ni mentoring, aunque comparta puntos de contacto con ellas. Su esencia radica en la no-directividad y en la creencia incondicional en la capacidad del individuo para encontrar sus propias respuestas y soluciones. Es un viaje hacia el autodescubrimiento y la acción consciente.

Este proceso se basa en principios sólidos que guían la interacción entre el coach (el facilitador) y el coachee (la persona que recibe el coaching). Su aplicación se extiende a diversos ámbitos de la vida, desde el desarrollo profesional y personal hasta, de manera muy significativa, el trabajo con niños y adolescentes, adaptándose a las necesidades específicas de cada etapa vital.
Coaching para Niños y Adolescentes: Fomentando la Asertividad
El coaching infantil y adolescente se enfoca en empoderar a los más jóvenes, ayudándoles a desarrollar habilidades esenciales para enfrentarse al mundo de forma segura y constructiva. Un concepto clave que se inculca en este tipo de coaching es la asertividad. La asertividad es esa capacidad de expresar los propios derechos, sentimientos, ideas y opiniones de manera respetuosa, sin agredir ni ser agredido.
Para ilustrar este concepto, a menudo se utiliza la figura del erizo. Este pequeño mamífero, con su singular armadura de púas, simboliza perfectamente la asertividad. El erizo es, por naturaleza, pacífico. No busca confrontación ni agrede a otros. Sin embargo, si se siente amenazado o alguien intenta hacerle daño, saca sus púas. No lo hace con agresividad desmedida, sino como un mecanismo de defensa activo para proteger su integridad física y su espacio. No es pasivo ante el peligro, pero tampoco es un agresor.
Aplicado a los niños y adolescentes, el coaching busca que aprendan a ser como el erizo: capaces de defender su territorio personal, sus ideas y su bienestar sin necesidad de recurrir a la agresión, pero tampoco cayendo en la pasividad que los dejaría vulnerables. Esta actitud es fundamental, especialmente en contextos desafiantes como la prevención del acoso escolar, donde aprender a establecer límites y comunicar incomodidades de forma clara y firme puede marcar una gran diferencia.
Inculcar la asertividad a través del coaching ayuda a los niños a construir una autoestima sólida, a manejar los conflictos de manera más efectiva y a relacionarse con los demás desde el respeto mutuo. Les enseña a decir “no” cuando es necesario, a expresar sus emociones de forma adecuada y a mantener su posición sin sentirse culpables o temerosos.

Los Tres Pilares Fundamentales del Coaching
Todo proceso de coaching profesional se sustenta sobre una base sólida, un "triángulo mágico" formado por tres pilares interconectados y esenciales para el cambio y el crecimiento personal. Estos pilares son la conciencia, la autocreencia y la responsabilidad.
Conciencia: La Base del Autoconocimiento
El primer pilar, la conciencia, va mucho más allá de simplemente "darse cuenta" de lo que sucede a nuestro alrededor. Implica una reflexión profunda y una atención plena sobre nuestra realidad interna y externa. Ser consciente significa observar no solo los hechos objetivos, sino también cómo nos sentimos, qué pensamos y cómo nuestro propio sistema de creencias, o incluso lo que percibimos que otros piensan, afecta nuestra percepción y nuestras acciones.
En el coaching, el coach trabaja para elevar el estado de conciencia del coachee. Esto se logra a través de preguntas poderosas y una escucha activa que invitan a la reflexión. Al aumentar la conciencia, la persona empieza a comprender mejor su situación actual, sus patrones de pensamiento, sus emociones y las dinámicas que influyen en su vida. Esta claridad es el punto de partida indispensable para cualquier proceso de cambio. Sin conciencia, cualquier intento de transformación es como navegar a ciegas.
Autocreencia: La Llave del Potencial
El segundo pilar es la autocreencia, la convicción profunda en las propias capacidades y posibilidades. La autocreencia es la llave que abre la puerta a la habitación de nuestros potenciales. El coach, a través de su creencia incondicional en el coachee, actúa como un verdadero patrocinador de su talento innato. Ayuda a la persona a descubrir que ya posee las soluciones dentro de sí misma y que es perfectamente capaz de implementarlas.
Muchas veces, nuestras limitaciones no provienen de una falta de capacidad real, sino de creencias limitantes sobre nosotros mismos. El coaching ayuda a identificar y desafiar estas creencias, fomentando una confianza renovada en la propia valía y en la capacidad de lograr metas. Creer en uno mismo es fundamental para atreverse a salir de la zona de confort, asumir desafíos y persistir ante las dificultades.

Responsabilidad: Abrazando el Cambio
El tercer pilar es la responsabilidad. Asumir la responsabilidad significa hacerse cargo de la propia vida, de las decisiones y de las acciones. No es culpar a otros o a las circunstancias, sino reconocer que uno tiene el poder de responder ante lo que sucede y de influir en el propio futuro. La responsabilidad es el broche que cierra el círculo virtuoso del coaching.
Una vez que se tiene conciencia de la situación y se cree en la propia capacidad para cambiarla, asumir la responsabilidad es el paso lógico y necesario para que el cambio se materialice. El aprendizaje en coaching está intrínsecamente ligado a la responsabilidad. Es a través de la acción responsable, basada en la conciencia y la autocreencia, como se avanza hacia los objetivos deseados. Sin responsabilidad, la conciencia se queda en mera observación y la autocreencia en potencial no utilizado.
Estos tres pilares –conciencia, autocreencia y responsabilidad– forman un sistema interdependiente. El coach lidera el proceso de manera no directiva, facilitando que el coachee explore y desarrolle estos pilares, pero la responsabilidad final de los resultados recae en el coachee, quien es el verdadero protagonista de su propio cambio.
Las Etapas del Proceso de Coaching: El Acuerdo Inicial
Un proceso de coaching estructurado suele dividirse en varias etapas. Aunque la información proporcionada describe en detalle solo la primera, esta fase es crucial y establece las bases para el éxito de todo el proceso. La primera etapa es el diseño del acuerdo de coaching.
Esta fase inicial tiene como objetivo principal establecer un marco de actuación claro y consensuado entre el coach y el coachee. Se trata de alinear expectativas, definir los compromisos mutuos y concretar los aspectos logísticos del proceso.

Los aspectos clave de esta etapa incluyen:
- Explicar el funcionamiento del Coaching: El coach debe definir qué es el coaching, su filosofía y, fundamentalmente, diferenciarlo de otras profesiones de ayuda (terapia, consultoría, formación, mentoring). Es vital incidir en la no-directividad del proceso y en la importancia de la responsabilidad y la acción por parte del coachee para lograr los objetivos.
- Ajustar expectativas: El coach sondea las expectativas del coachee respecto al coaching y los resultados que espera obtener. Se hacen preguntas para comprender sus necesidades e intereses, escuchando con atención y verificando que se entiende lo que el coachee busca y lo que el coaching puede ofrecer.
- Explicar las condiciones y logística: Se concretan aspectos prácticos como la duración estimada del proceso, la posibilidad de ampliarlo o reducirlo, las condiciones económicas (precio, forma de pago), el procedimiento en caso de anular sesiones (avisos, antelación, posibles costes) y el tipo de coaching (presencial, telefónico u otro), incluyendo los costes adicionales si los hubiera (alquileres, desplazamientos, llamadas).
La correcta ejecución de esta primera etapa garantiza que ambas partes comprendan el alcance y las reglas del juego, sentando una base de confianza y transparencia esencial para el resto del camino. Es un momento para establecer la alianza coach-coachee.
Cabe mencionar que, si bien se habla de "las 4 etapas del coaching", la información proporcionada solo detalla esta primera fase. Por lo tanto, no es posible describir las etapas subsiguientes basadas en el texto fuente.
Tipos de Coaching
La solicitud también inquiere sobre los "4 tipos de coaching". Sin embargo, la información proporcionada en el texto fuente no incluye una clasificación o descripción de diferentes tipos de coaching. El fragmento asociado a esta pregunta parece ser una política de privacidad o información de contacto de una institución educativa, completamente ajena a la tipología del coaching. Por lo tanto, no es posible listar o describir los 4 tipos de coaching basándose únicamente en el material facilitado.
Preguntas Frecuentes sobre Coaching
- ¿Qué es el coaching en esencia?
- Es un proceso no directivo que busca liberar el potencial de una persona para maximizar su desempeño, ayudándola a encontrar sus propias soluciones y alcanzar sus metas a través de la conciencia, la autocreencia y la responsabilidad.
- ¿En qué se diferencia el coaching de la terapia o la consultoría?
- A diferencia de la terapia (que a menudo trabaja con el pasado y la salud mental) o la consultoría (que ofrece soluciones expertas), el coaching se enfoca en el presente y futuro, es no directivo (el coachee encuentra las soluciones) y se centra en el desarrollo del potencial personal.
- ¿Qué significa la asertividad en el coaching infantil?
- Significa enseñar a los niños y adolescentes a expresar sus pensamientos, sentimientos y derechos de manera respetuosa y firme, defendiéndose sin agredir, de forma similar al erizo que saca sus púas solo cuando es necesario para protegerse.
- ¿Por qué son importantes la conciencia, la autocreencia y la responsabilidad en el coaching?
- Son los pilares fundamentales. La conciencia permite entender la situación, la autocreencia da la confianza para cambiar, y la responsabilidad impulsa la acción necesaria para lograr los objetivos. Trabajan juntos para facilitar la transformación.
- ¿Qué se define en la primera etapa del proceso de coaching?
- En la primera etapa, el diseño del acuerdo, se establecen las bases del proceso: se explica qué es el coaching, se ajustan las expectativas del coachee y se concretan los aspectos logísticos como la duración, el coste y las condiciones de las sesiones.
En conclusión, el coaching es una disciplina centrada en el potencial humano, guiada por los pilares de la conciencia, la autocreencia y la responsabilidad. Su aplicación se extiende a diversas áreas, incluyendo el coaching infantil, donde herramientas como el fomento de la asertividad son clave para el desarrollo de individuos seguros y capaces. Si bien existen diferentes etapas y tipos de coaching, la fase inicial del acuerdo es fundamental para sentar las bases de un proceso exitoso y transparente.
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