16/02/2025
En el mundo del deporte, especialmente en disciplinas de resistencia como el running, hablar de zonas de intensidad se ha vuelto algo cotidiano. Gracias a la popularización de los relojes GPS y dispositivos cuantificadores de actividad, términos como Zona 2 o Umbral Anaeróbico son cada vez más comunes. Pero, ¿qué significan realmente estas zonas y cómo podemos utilizarlas para mejorar nuestro rendimiento?
Las zonas de intensidad representan distintos niveles de esfuerzo fisiológico que nuestro cuerpo experimenta durante el ejercicio. Al segmentar el entrenamiento en estas zonas, podemos dirigirnos a adaptaciones específicas, ya sea mejorando nuestra base aeróbica, aumentando nuestra capacidad para sostener ritmos rápidos o potenciando nuestro VO2max. Comprender y aplicar este concepto es fundamental para entrenar de forma más inteligente y efectiva.

- ¿Qué son las Zonas de Intensidad y por qué son importantes?
- Definiendo las Zonas: Más allá de la Frecuencia Cardíaca Máxima
- Las 5 Zonas de Intensidad Explicadas
- Cómo Determinar Tus Propias Zonas
- Factores que Afectan la Frecuencia Cardíaca y la Percepción del Esfuerzo
- Herramientas para Monitorizar la Intensidad
- Errores Comunes al Entrenar por Zonas
- Consejos Prácticos para tu Entrenamiento por Zonas
- Preguntas Frecuentes sobre las Zonas de Intensidad
- Conclusión
¿Qué son las Zonas de Intensidad y por qué son importantes?
Las zonas de intensidad son rangos definidos que clasifican el esfuerzo físico durante el ejercicio. Generalmente, se basan en métricas como la frecuencia cardíaca, el ritmo de carrera, la potencia o la percepción subjetiva del esfuerzo. La escala más común utilizada por dispositivos como Garmin, Polar, Suunto o Coros es la de 5 zonas, que van desde una intensidad muy baja (Zona 1) hasta una muy alta (Zona 5).
La importancia de entrenar por zonas radica en la capacidad de estructurar nuestro plan de entrenamiento de manera precisa. Cada zona está asociada a respuestas fisiológicas y adaptaciones específicas:
- Mejora de la capacidad aeróbica y resistencia.
- Optimización del uso de grasas como combustible.
- Aumento del umbral anaeróbico (la capacidad de sostener ritmos rápidos por más tiempo).
- Incremento del VO2max (el máximo consumo de oxígeno).
- Promoción de la recuperación activa.
Al conocer nuestras zonas y pasar el tiempo adecuado en cada una de ellas según nuestros objetivos, podemos optimizar cada sesión de entrenamiento, evitar el sobreentrenamiento y reducir el riesgo de lesiones.
Definiendo las Zonas: Más allá de la Frecuencia Cardíaca Máxima
La forma más popular de definir las zonas de intensidad es a través de la frecuencia cardíaca. Muchos dispositivos lo hacen por defecto basándose en un porcentaje de la Frecuencia Cardíaca Máxima (FCmax), a menudo utilizando fórmulas genéricas como 220 menos la edad. Por ejemplo, Garmin suele definir:
- Zona 1: 50-60% FCmax
- Zona 2: 60-70% FCmax
- Zona 3: 70-80% FCmax
- Zona 4: 80-90% FCmax
- Zona 5: 90-100% FCmax
Si bien este es un punto de partida útil, especialmente para actividades generales de fitness, para corredores y deportistas de resistencia puede resultar impreciso. Esto se debe a que la FCmax varía enormemente entre individuos de la misma edad, y la relación lineal entre porcentaje de FCmax y la intensidad real (basada en umbrales fisiológicos) no siempre se cumple, especialmente en las zonas bajas.
Un enfoque más preciso para definir las zonas, especialmente para el running, se basa en puntos de referencia fisiológicos clave como el Umbral Aeróbico, el Umbral Anaeróbico y el VO2max. Estos parámetros se pueden obtener mediante pruebas de esfuerzo en laboratorio con análisis de gases (prueba de VO2max).

Además de la frecuencia cardíaca, las zonas también pueden definirse en términos de:
- Ritmo de carrera: Especialmente útil en terrenos llanos.
- Potencia: Medida con potenciómetros de running, ofrece una medida de esfuerzo más objetiva e independiente del terreno o las condiciones.
- VAM (Velocidad Aeróbica Máxima): La velocidad que se puede mantener durante aproximadamente 6 minutos, muy relacionada con el VO2max. Las zonas pueden expresarse como un porcentaje de la VAM.
- Percepción Subjetiva del Esfuerzo (RPE): Escalar el esfuerzo percibido en una escala (por ejemplo, de 1 a 10). Aunque subjetiva, es una herramienta valiosa para complementar los datos numéricos.
La clave está en utilizar la métrica o combinación de métricas que mejor se adapte a ti y a tu tipo de entrenamiento (no es lo mismo correr en llano que en montaña).
Las 5 Zonas de Intensidad Explicadas
Aunque existen diferentes modelos, el modelo de 5 zonas es el más extendido. Veamos a qué corresponde cada una, basándonos en una combinación de métricas y la percepción del esfuerzo:
Zona 1: Recuperación Activa / Resistencia Fundamental Baja
- Intensidad: Muy baja. Esfuerzo muy cómodo.
- Métrica (ej. % VAM): 0-60% VAM (aproximado).
- Fisiología: Principalmente uso de grasas como combustible. Poco estrés en el sistema cardiovascular y muscular.
- Percepción: Respiración muy lenta, conversación fluida y sencilla. Se puede mantener por muchas horas.
- Objetivo: Recuperación después de esfuerzos intensos, calentamiento o enfriamiento, construcción de una base aeróbica muy sólida en volúmenes altos.
- Equivalencia en carrera: Ultra trail muy lento, caminata rápida.
Zona 2: Resistencia Fundamental / Aeróbica
- Intensidad: Baja a moderada. Aún cómodo, pero trabajando.
- Métrica (ej. % VAM): 60-70% VAM (aproximado). Límite superior cerca del Umbral Aeróbico.
- Fisiología: Mejora de la eficiencia del sistema cardiovascular y muscular. Aumento de mitocondrias y capilares. Mayor capacidad para usar grasas.
- Percepción: Respiración moderada, se puede hablar en frases completas aunque con cierto esfuerzo. Se puede mantener por varias horas.
- Objetivo: Construcción de la base aeróbica, entrenamientos largos de resistencia.
- Equivalencia en carrera: Trail largo, maratón a ritmo muy cómodo.
Zona 3: Resistencia Activa / Tempo / Entre Umbrales
- Intensidad: Moderada a alta. Se siente el esfuerzo, pero es sostenible.
- Métrica (ej. % VAM): 70-79% VAM (aproximado). Entre el Umbral Aeróbico y el Umbral Anaeróbico.
- Fisiología: El cuerpo comienza a producir lactato, pero es capaz de eliminarlo. Mejora la capacidad de sostener ritmos más rápidos.
- Percepción: Respiración rápida, hablar se vuelve difícil, solo frases cortas. Se puede mantener entre 2 y 5 horas (dependiendo del corredor y la distancia).
- Objetivo: Mejora de la resistencia a ritmos más elevados, entrenamientos de tempo.
- Equivalencia en carrera: Maratón a ritmo de competición para muchos, media maratón a ritmo cómodo.
Zona 4: Umbral Anaeróbico
- Intensidad: Alta. Esfuerzo fuerte y desafiante.
- Métrica (ej. % VAM): 79-88% VAM (aproximado). Alrededor del Umbral Anaeróbico.
- Fisiología: La producción de lactato supera significativamente la capacidad de eliminarlo, lo que lleva a la fatiga. Mejora la tolerancia al lactato y eleva el umbral.
- Percepción: Respiración muy rápida y forzada, hablar es casi imposible, solo palabras sueltas. Se puede mantener entre 1 y 2 horas (dependiendo del corredor).
- Objetivo: Aumentar la capacidad de sostener ritmos de competición rápidos, entrenamientos por intervalos largos.
- Equivalencia en carrera: Media maratón a ritmo de competición, 10 km a ritmo cómodo.
Zona 5: VO2max / Alta Intensidad
- Intensidad: Muy alta. Esfuerzo máximo o casi máximo.
- Métrica (ej. % VAM): 88-100% VAM (aproximado). Por encima del Umbral Anaeróbico.
- Fisiología: Trabajo a la máxima capacidad del sistema de transporte de oxígeno. Aumento del VO2max y la eficiencia en ritmos muy altos.
- Percepción: Respiración extremadamente rápida y forzada, imposible hablar. Se puede mantener solo por periodos cortos (minutos).
- Objetivo: Mejorar la velocidad máxima y el VO2max, entrenamientos por intervalos cortos de alta intensidad.
- Equivalencia en carrera: Ritmo de competición de 5 km y 10 km, sprint final.
Aquí tienes una tabla comparativa aproximada basada en VAM, esfuerzo percibido y ritmos de competición:
Zona | % VAM (Aprox.) | Esfuerzo Percibido | Ritmo de Competición Típico |
---|---|---|---|
1 | 0-60% | Muy bajo, muy fácil hablar | Ultra trail (lento), Caminata rápida |
2 | 60-70% | Bajo a moderado, fácil hablar | Trail largo, Maratón (muy cómodo) |
3 | 70-79% | Moderado, difícil hablar | Maratón, Media Maratón (cómodo) |
4 | 79-88% | Alto, muy difícil hablar | Media Maratón, 10 km (cómodo) |
5 | 88-100% | Muy alto/Máximo, imposible hablar | 5 km, 10 km, Sprint |
Es importante recordar que estos porcentajes y equivalencias son aproximados y pueden variar significativamente entre corredores, dependiendo de su fisiología, experiencia y la distancia para la que estén entrenando.
Cómo Determinar Tus Propias Zonas
La forma más precisa de conocer tus zonas es mediante una prueba de esfuerzo fisiológica con análisis de gases en un laboratorio. Un fisiólogo deportivo puede determinar con exactitud tus umbrales aeróbico y anaeróbico, así como tu VO2max, y definir tus zonas de entrenamiento personalizadas.
Si no tienes acceso a una prueba de laboratorio, puedes realizar tests de campo para estimar tu Frecuencia Cardíaca Máxima (FCmax) real o tu VAM. Un test común para la FCmax es correr durante 5 minutos a máxima intensidad posible (tras un buen calentamiento). La frecuencia cardíaca más alta registrada durante ese esfuerzo será una buena estimación de tu FCmax.

Una vez que tienes una estimación fiable de tu FCmax, puedes calcular tus zonas por frecuencia cardíaca utilizando porcentajes basados en umbrales, que son más precisos que la fórmula 220-edad. Un enfoque común (aunque varía ligeramente) es:
- Zona 1 (Recuperación): Hasta 65% de FCmax
- Zona 2 (Aeróbica / Endurance): 70% - 75% de FCmax
- Zona 3 (Tempo): 80% - 85% de FCmax
- Zona 4 (Umbral Anaeróbico): Alrededor de 95% de FCmax
- Zona 5 (VO2max): Por encima del 95% de FCmax (hasta FCmax real)
Por ejemplo, si tu FCmax real es 180 ppm:
- Zona 1: Hasta 180 * 0.65 = 117 ppm
- Zona 2: Entre 180 * 0.70 = 126 ppm y 180 * 0.75 = 135 ppm
- Zona 3: Entre 180 * 0.80 = 144 ppm y 180 * 0.85 = 153 ppm
- Zona 4: Alrededor de 180 * 0.95 = 171 ppm
- Zona 5: Por encima de 171 ppm
Muchos relojes GPS y aplicaciones de entrenamiento permiten ajustar manualmente las zonas de frecuencia cardíaca o de ritmo/potencia si tienes datos más precisos de pruebas de esfuerzo. Si no, sus cálculos automáticos (a menudo basados en la fórmula 220-edad o estimaciones de VO2max) son un punto de partida, pero siempre es recomendable validarlos o ajustarlos si es posible.
Factores que Afectan la Frecuencia Cardíaca y la Percepción del Esfuerzo
Es crucial entender que la frecuencia cardíaca y la percepción del esfuerzo no son constantes y pueden verse alteradas por diversos factores:
- Temperatura y Humedad: El calor y la humedad elevan la frecuencia cardíaca para ayudar al cuerpo a enfriarse.
- Altitud: A mayor altitud, menos oxígeno disponible, lo que hace que el corazón trabaje más duro.
- Estado de Hidratación: La deshidratación reduce el volumen sanguíneo y aumenta la frecuencia cardíaca.
- Fatiga: Estar cansado (por falta de sueño, entrenamiento previo intenso) puede elevar la frecuencia cardíaca para un mismo esfuerzo.
- Enfermedad o Estrés: Estar enfermo o bajo estrés emocional también puede aumentar las pulsaciones en reposo y durante el ejercicio.
- Medicamentos: Algunos fármacos (como los betabloqueantes) pueden disminuir la frecuencia cardíaca.
- Cafeína: Puede aumentarla ligeramente.
- Terreno: Correr cuesta arriba o en terreno irregular aumenta el esfuerzo y, por tanto, la frecuencia cardíaca y la percepción. Esto es especialmente relevante en trail running, donde la frecuencia cardíaca o la potencia son mejores indicadores de intensidad que el ritmo.
Por estos motivos, aunque los datos de tu reloj son una guía valiosa, siempre debes complementar la información numérica con tu percepción subjetiva del esfuerzo y cómo te sientes ese día. A veces, un día "malo" significa que necesitas reducir la intensidad independientemente de lo que marque el pulsómetro.
Herramientas para Monitorizar la Intensidad
La tecnología ha facilitado enormemente el entrenamiento por zonas. Las herramientas más comunes incluyen:
- Relojes GPS con sensor de frecuencia cardíaca: La mayoría de los relojes deportivos modernos (Garmin, Polar, Suunto, Coros) tienen sensores ópticos en la muñeca. Son muy cómodos para usar a diario.
- Bandas de frecuencia cardíaca de pecho: Generalmente consideradas más precisas que los sensores ópticos de muñeca, especialmente en esfuerzos de alta intensidad o con movimientos bruscos. Se colocan alrededor del pecho.
- Sensores de frecuencia cardíaca en el brazo: Una opción intermedia en comodidad y precisión entre la banda de pecho y el sensor de muñeca.
- Potenciómetros de running: Dispositivos (a menudo en el pie o la cintura) que miden la potencia generada al correr, ofreciendo una métrica de intensidad muy objetiva.
- Aplicaciones móviles: Apps como Strava, Runkeeper, o las propias de las marcas de relojes, que registran los datos y a menudo muestran la distribución del tiempo por zonas durante el entrenamiento.
Si buscas la máxima precisión para definir tus zonas y entrenar por frecuencia cardíaca, una banda de pecho es la opción recomendada. Los sensores ópticos de muñeca han mejorado, pero pueden tener lecturas erráticas, especialmente si el reloj no está bien ajustado o en condiciones de frío.
Errores Comunes al Entrenar por Zonas
Para aprovechar al máximo el entrenamiento por zonas, es útil ser consciente de algunos errores comunes:
- Dependencia total de la tecnología: Ignorar las sensaciones corporales y seguir los números ciegamente. Tu cuerpo es el mejor sensor.
- No personalizar las zonas: Utilizar las zonas por defecto del reloj sin ajustarlas a tu fisiología real (mediante tests o percepción).
- Ignorar las zonas bajas: Pasar demasiado tiempo en zonas de intensidad moderada o alta y descuidar la Zona 1 y 2, que son cruciales para construir la base aeróbica y recuperarse.
- No recalibrar las zonas: A medida que mejoras tu forma física, tus zonas pueden cambiar. Es bueno reevaluarlas periódicamente.
- Comparar zonas con otros: Las zonas son personales. Tu Zona 2 puede ser a un ritmo o pulsaciones diferentes que las de otro corredor.
Consejos Prácticos para tu Entrenamiento por Zonas
- Empieza por la base: Dedica una parte importante de tu entrenamiento a las Zonas 1 y 2 para construir una sólida base aeróbica. Esto te permitirá soportar mejor los entrenamientos de alta intensidad.
- Varía tus entrenamientos: Combina sesiones en diferentes zonas a lo largo de la semana para trabajar distintas capacidades.
- Escucha a tu cuerpo: Utiliza los datos de las zonas como una guía, pero si te sientes excesivamente fatigado o algo no va bien, reduce la intensidad o para.
- Sé paciente: Adaptarse a entrenar por zonas y ver los resultados lleva tiempo.
- Considera la Percepción del Esfuerzo: Complementa los datos de tu dispositivo con cómo te sientes en una escala del 1 al 10. Con el tiempo, aprenderás a relacionar tus sensaciones con cada zona.
Preguntas Frecuentes sobre las Zonas de Intensidad
Aquí respondemos algunas dudas comunes:
¿Son las zonas de frecuencia cardíaca las únicas que importan?
No. Las zonas pueden definirse por ritmo, potencia o percepción. La frecuencia cardíaca es popular porque es relativamente fácil de medir, pero no siempre es el mejor indicador (por ejemplo, en cuestas o días de calor).

¿La fórmula 220-edad para la FCmax es fiable?
Es una estimación muy general y poco fiable para definir zonas precisas. Es mucho mejor realizar un test de campo o de laboratorio para obtener tu FCmax real.
¿Mis zonas cambian a medida que entreno?
Sí. A medida que mejoras tu forma física, tu corazón se vuelve más eficiente. Puede que puedas correr más rápido manteniendo la misma frecuencia cardíaca (es decir, tus ritmos para cada zona mejoran). Tus umbrales fisiológicos también pueden cambiar.
¿Debo entrenar siempre en zonas altas para mejorar?
No. Entrenar en zonas bajas (Zona 1 y 2) es fundamental para construir la base aeróbica, mejorar la resistencia a la fatiga y facilitar la recuperación. Un plan de entrenamiento equilibrado incluye tiempo en diferentes zonas.
¿Los sensores ópticos de muñeca son precisos para entrenar por zonas?
Son cómodos para el uso diario y para entrenamientos de intensidad baja a moderada. Sin embargo, su precisión puede disminuir en esfuerzos de alta intensidad, con movimientos bruscos, en condiciones de frío o si el reloj no está bien ajustado. Las bandas de pecho suelen ser más precisas.
Conclusión
Entrenar por zonas de intensidad es una herramienta poderosa para cualquier corredor que quiera optimizar su rendimiento y entrenar de forma más inteligente. Al comprender las diferentes zonas, cómo definirlas (preferiblemente de forma personalizada) y cómo utilizar las métricas (frecuencia cardíaca, ritmo, potencia, percepción) de manera conjunta, puedes estructurar tu entrenamiento para trabajar las capacidades fisiológicas adecuadas en el momento oportuno. Recuerda que, aunque la tecnología ayuda, la clave está en conocer tu cuerpo y escuchar sus señales. ¡Felices kilómetros y buen entrenamiento!
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