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Guía de Actividad Física para Adultos (18-64)

05/02/2025

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Mantenerse activo es fundamental a lo largo de toda la vida, y la etapa adulta, entre los 18 y los 64 años, es un período crucial para establecer hábitos que impacten positivamente en la salud a largo plazo. Las recomendaciones de actividad física para este grupo de edad buscan promover un estilo de vida dinámico que contrarreste los efectos de la inactividad y contribuya al bienestar general. Adoptar estas pautas no solo es posible, sino también muy beneficioso, y cada paso, cada minuto de movimiento, cuenta de manera significativa.

Las directrices principales son claras y se centran en combinar diferentes tipos de actividad para abordar diversos aspectos de la salud física. No se trata de convertirse en un atleta de élite, sino de integrar el movimiento de forma regular y sostenible en la rutina diaria. A continuación, exploraremos en detalle las recomendaciones específicas diseñadas para adultos en esta franja etaria, ofreciendo ejemplos prácticos y consejos para facilitar su implementación.

¿Para adultos entre 18 y 64 años también se recomienda?
Caminar y pasear a ritmo ligero, subir y bajar escaleras, realizar tareas domésticas, desplazarse de forma activa en bicicleta, caminando, realizar natación, hidrogimnasia, clases de baile, jardinería, integrar un equipo deportivo, son ejemplos.
Índice de Contenido

Las Recomendaciones Clave para Adultos (18-64 años)

Para los adultos en la plenitud de su vida, las recomendaciones de actividad física se estructuran en torno a la cantidad y el tipo de ejercicio, así como a la importancia de reducir el tiempo dedicado al sedentarismo. El objetivo es alcanzar un equilibrio que promueva la salud cardiovascular, la fuerza muscular y un peso saludable, además de otros beneficios que se derivan de un estilo de vida activo.

El primer pilar fundamental es la actividad aeróbica. Se recomienda alcanzar un volumen semanal específico para obtener beneficios sustanciales. Esta actividad, también conocida como cardiovascular, implica mover grandes grupos musculares de forma rítmica durante un período prolongado, elevando la frecuencia cardíaca y la respiración. Es la base para mejorar la resistencia y la salud del corazón y los pulmones.

Pero el movimiento va más allá del ejercicio estructurado. Las recomendaciones también ponen un fuerte énfasis en la reducción del tiempo que pasamos inactivos. En la sociedad moderna, es común pasar largas horas sentados, ya sea trabajando, estudiando o en momentos de ocio frente a pantallas. Combatir este sedentarismo es tan importante como realizar ejercicio planificado, y existen estrategias sencillas para lograrlo a lo largo del día.

Finalmente, un componente esencial que a menudo se subestima es el fortalecimiento muscular. Mantener una buena masa y fuerza muscular es vital para la funcionalidad diaria, prevenir lesiones y mantener un metabolismo saludable. Integrar ejercicios que trabajen los principales grupos musculares complementa perfectamente la actividad aeróbica, creando un programa de ejercicio más completo y efectivo.

La Cantidad Ideal de Actividad Aeróbica Semanal

La recomendación principal para la actividad aeróbica moderada en adultos de 18 a 64 años oscila entre un mínimo de 150 a 300 minutos por semana. Este rango ofrece flexibilidad para adaptarse a diferentes niveles de condición física y disponibilidad de tiempo. Alcanzar el mínimo de 150 minutos ya proporciona beneficios significativos para la salud. Sin embargo, la buena noticia es que la relación entre actividad física y salud es lineal: cuanto más se mueva uno, mayores serán los beneficios.

Superar los 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana, o realizar una cantidad equivalente de actividad vigorosa (que requiere más esfuerzo e intensidad), se traduce en beneficios adicionales para la salud. Esto puede incluir una mayor mejora en la condición cardiovascular, un mejor control del peso y una mayor capacidad funcional.

Es importante destacar que "cada minuto suma beneficios". Esto significa que no es necesario realizar sesiones largas e ininterrumpidas de ejercicio para que cuente. Sesiones más cortas, incluso de 10 minutos o menos, pueden acumularse a lo largo del día y la semana para alcanzar el objetivo total. La clave está en la constancia y en encontrar oportunidades para moverse siempre que sea posible.

Combatir el Sedentarismo: Un Desafío Moderno

En la era digital y las profesiones sedentarias, la recomendación de reducir al mínimo los momentos en que se permanece sentado, acostado o frente a una pantalla adquiere una relevancia crítica. El cuerpo humano está diseñado para el movimiento, y pasar largos períodos en inactividad tiene efectos perjudiciales para la salud, incluso si se cumplen las recomendaciones de ejercicio semanal.

La estrategia clave para combatir el sedentarismo es fraccionar estos momentos de inactividad con intervalos activos. La guía sugiere que por cada hora que se permanece sentado, se debería mover al menos unos 5 a 10 minutos. Esta pausa activa puede ser tan simple como levantarse, caminar un poco, estirarse o subir y bajar escaleras cercanas.

Implementar estas pausas activas a lo largo del día puede marcar una gran diferencia. Configurar recordatorios en el teléfono o en el ordenador, levantarse durante las llamadas telefónicas, caminar durante los descansos, o incluso realizar pequeñas tareas de pie en lugar de sentado, son formas efectivas de romper los períodos prolongados de sedentarismo. La consistencia en estas pequeñas acciones contribuye significativamente a un estilo de vida menos sedentario en general.

La Importancia del Fortalecimiento Muscular

Además de la actividad aeróbica, las recomendaciones para adultos de 18 a 64 años incluyen el fortalecimiento muscular. Se sugiere incorporar ejercicios de fuerza al menos 2 veces por semana. Estos ejercicios deben trabajar los grandes grupos musculares del cuerpo, como piernas, caderas, espalda, abdomen, pecho, hombros y brazos.

El fortalecimiento muscular no solo ayuda a mantener la masa muscular, que tiende a disminuir con la edad si no se trabaja, sino que también mejora la fuerza, la potencia y la resistencia muscular. Esto se traduce en una mejor capacidad para realizar las tareas diarias, una mayor protección para las articulaciones y los huesos, y contribuye a un metabolismo más activo.

Los ejercicios de fortalecimiento se pueden realizar de diversas maneras, sin necesidad de equipos sofisticados. El uso del propio peso corporal (flexiones, sentadillas, zancadas), bandas elásticas, pesas libres (mancuernas, barras), o máquinas de gimnasio son opciones válidas. Incluso los aparatos de los gimnasios al aire libre pueden ser efectivos si se utilizan correctamente para trabajar los grandes grupos musculares.

Convierte el Movimiento en un Hábito Duradero

Para que la actividad física forme parte de un estilo de vida y no sea solo un esfuerzo temporal, es fundamental que sea sostenible y agradable. Las recomendaciones sugieren comenzar la práctica de actividad física de forma progresiva. Esto significa empezar con niveles de intensidad y duración que sean manejables y aumentar gradualmente a medida que mejora la condición física.

Igualmente importante es elegir actividades acorde a los gustos personales. Si disfrutas de lo que haces, será mucho más fácil mantener la motivación y la constancia a largo plazo. Probar diferentes tipos de actividades, ya sean individuales o en grupo, en interiores o exteriores, puede ayudarte a encontrar aquellas que más te gusten y que mejor se adapten a tu horario y preferencias.

El objetivo es que la actividad física se convierta en un hábito arraigado en la rutina diaria o semanal, como cepillarse los dientes o comer. Esto reduce la necesidad de depender de la fuerza de voluntad y hace que el movimiento sea una parte natural e integrada de la vida.

Consulta Médica: Prioridad para tu Salud

Antes de iniciar o modificar significativamente un programa de actividad física, especialmente si se planea aumentar la intensidad o el volumen, es prudente y recomendable consultar a un médico. Esto es particularmente importante si se tienen factores de riesgo cardiovascular (como presión alta, colesterol alto, diabetes, tabaquismo, antecedentes familiares) o enfermedades conocidas, ya sean crónicas o agudas.

Un profesional de la salud puede evaluar tu estado físico actual, identificar posibles limitaciones o riesgos, y ofrecer recomendaciones personalizadas para asegurar que la práctica de actividad física sea segura y beneficiosa. Esta consulta médica previa ayuda a prevenir complicaciones y a diseñar un plan de ejercicio adecuado a las condiciones individuales.

Ejemplos Prácticos para Incorporar a tu Rutina

La variedad de actividades que pueden ayudarte a cumplir con las recomendaciones es amplia. Aquí tienes algunos ejemplos mencionados en la guía, que abarcan tanto la actividad aeróbica como el fortalecimiento y el movimiento en la vida diaria:

  • Actividad Aeróbica/General:
  • Caminar y pasear a ritmo ligero: Una forma accesible de empezar y acumular minutos.
  • Subir y bajar escaleras: Un excelente ejercicio cardiovascular y de piernas que se puede integrar en el día a día.
  • Desplazarse de forma activa: Usar la bicicleta o caminar para ir al trabajo, a la tienda o a otros destinos.
  • Natación: Un ejercicio de bajo impacto que trabaja todo el cuerpo.
  • Hidrogimnasia: Similar a la natación, ideal para quienes buscan menor impacto en las articulaciones.
  • Clases de baile: Una forma divertida y social de hacer ejercicio cardiovascular.
  • Integrar un equipo deportivo: Participar en deportes de equipo como fútbol, baloncesto, voleibol, etc.
  • Jardinería: Las tareas de jardinería pueden ser sorprendentemente activas y contar como ejercicio moderado.
  • Realizar tareas domésticas: La limpieza vigorosa, barrer, fregar o pasar la aspiradora también suman minutos de actividad.
  • Fortalecimiento Muscular:
  • Uso de banda elástica: Versátil y portátil para trabajar diferentes grupos musculares.
  • Aparatos de los gimnasios al aire libre: Diseñados para usar el peso corporal o la resistencia mecánica.
  • Ejercicios con el propio peso corporal: Sentadillas, flexiones (apoyando rodillas si es necesario), zancadas, planchas.
  • Uso de pesas libres o máquinas en un gimnasio.

La clave está en encontrar actividades que disfrutes y que puedas mantener en el tiempo. Combinar diferentes tipos de ejercicio también ayuda a trabajar el cuerpo de manera más completa y a evitar el aburrimiento.

Consideraciones Adicionales de Seguridad

Además de la consulta médica, existen otras precauciones importantes al realizar actividad física. Usar la vestimenta adecuada para el clima es fundamental para mantenerse cómodo y seguro, evitando el sobrecalentamiento en ambientes cálidos o la hipotermia en climas fríos.

Protegerse de la radiación solar es igualmente crucial, especialmente si se realiza actividad al aire libre. Esto incluye usar protector solar, sombrero y gafas de sol, y buscar la sombra durante las horas pico de sol.

Resumen de Recomendaciones Clave

Recomendación ClaveDetalle
Actividad Aeróbica Moderada150 a 300 minutos por semana (mínimo). Cada minuto suma. Más de 300 min = beneficios adicionales.
Reducir SedentarismoMinimizar estar sentado/acostado/frente a pantalla. Fraccionar con intervalos activos.
Pausas ActivasMoverse 5-10 minutos por cada hora sentado.
Fortalecimiento MuscularAl menos 2 veces por semana. Trabajar grandes grupos musculares.
Inicio ProgresivoComenzar gradualmente, elegir actividades que gusten para formar un hábito.
Consulta MédicaObligatoria si se tienen factores de riesgo o enfermedades conocidas.
SeguridadUsar vestimenta adecuada para el clima y protegerse de la radiación solar.

Preguntas Frecuentes sobre Actividad Física para Adultos (18-64 años)

Aquí respondemos algunas preguntas comunes basadas en las recomendaciones:

¿Cuántos minutos de actividad física debo hacer a la semana si tengo entre 18 y 64 años?
Debes aspirar a un mínimo de 150 a 300 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada por semana.

¿Qué significa actividad aeróbica moderada?
Es una actividad que aumenta tu ritmo cardíaco y respiración, pero aún te permite hablar, aunque no cantar. Ejemplos incluyen caminar a paso ligero, bailar o ir en bicicleta en terreno llano.

¿Qué pasa si no puedo hacer sesiones largas de ejercicio?
No hay problema, "cada minuto suma beneficios". Puedes acumular los minutos de actividad a lo largo del día en sesiones más cortas.

¿Obtengo más beneficios si hago más de 300 minutos a la semana?
Sí, superar los 300 minutos de actividad moderada (o una cantidad equivalente de actividad vigorosa) proporciona beneficios adicionales para la salud.

¿Es malo pasar mucho tiempo sentado?
Sí, se recomienda reducir al mínimo el tiempo que se pasa sentado, acostado o frente a pantallas, incluso si haces ejercicio regularmente.

¿Cómo puedo reducir mi tiempo sedentario durante el trabajo o estudio?
La recomendación es fraccionar los períodos de estar sentado. Intenta moverte al menos 5 a 10 minutos por cada hora que pases sentado. Puedes levantarte, caminar, o estirarte.

¿Qué tipo de ejercicios de fortalecimiento muscular debo hacer?
Debes incluir ejercicios que trabajen los grandes grupos musculares, como piernas, brazos, espalda y abdomen. Puedes usar tu propio peso corporal, bandas elásticas, pesas o aparatos de gimnasio.

¿Con qué frecuencia debo hacer ejercicios de fortalecimiento muscular?
Se recomienda hacer ejercicios de fortalecimiento muscular al menos 2 veces por semana.

Nunca he hecho ejercicio, ¿cómo debo empezar?
Comienza de forma progresiva, con actividades de baja intensidad y corta duración, aumentando gradualmente a medida que te sientas más cómodo y en forma. Elige actividades que te gusten para que sea más fácil convertirlas en un hábito.

Tengo una condición médica preexistente, ¿puedo seguir estas recomendaciones?
Si tienes factores de riesgo o enfermedades conocidas, es fundamental consultar a un médico antes de comenzar o modificar tu rutina de actividad física. Ellos te darán la mejor orientación.

¿Necesito equipamiento especial para empezar?
No necesariamente. Actividades como caminar, subir escaleras, tareas domésticas o ejercicios con el propio peso corporal no requieren equipamiento especial. Para otras actividades, como la natación o el ciclismo, necesitarás el equipo básico correspondiente.

¿Debo tener alguna precaución si hago ejercicio al aire libre?
Sí, es importante usar la vestimenta adecuada para el clima y proteger tu piel de la radiación solar con protector solar, sombrero y gafas.

Convirtiendo las Recomendaciones en Acción

Integrar estas recomendaciones en tu vida diaria puede parecer un desafío al principio, pero al comenzar de forma progresiva y elegir actividades que disfrutes, se vuelve más manejable y, con el tiempo, se convierte en una parte natural de tu rutina. Recuerda que cada minuto de movimiento cuenta y contribuye a tu bienestar. No subestimes el poder de las pequeñas acciones, como levantarte y caminar durante unos minutos cada hora, o usar las escaleras en lugar del ascensor.

El objetivo es encontrar un equilibrio entre la actividad aeróbica regular, el fortalecimiento muscular y la reducción del tiempo sedentario. Al hacerlo, estarás invirtiendo en tu salud a corto y largo plazo, mejorando tu calidad de vida y disfrutando de los numerosos beneficios que un estilo de vida activo puede ofrecer.

Prioriza tu salud, escucha a tu cuerpo y, si es necesario, busca la orientación de profesionales de la salud para adaptar estas recomendaciones a tus necesidades específicas. ¡Empieza hoy mismo a moverte más y a vivir una vida más activa y saludable!

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